La delegada del gobierno en Madrid pide cambios legales para “modular” el derecho de manifestación

No soy yo, es la ley, vino a responder el pasado viernes la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, a las vedadas acusaciones de Ana Botella de permitir «demasiadas» manifestaciones. Hoy, Cifuentes ha ido un paso más allá, al añadir una reclamación a su opinión ya manifestada de que la ley es «muy permisiva y amplia» con el derecho de reunión y manifestación. Cifuentes ha pedido «modular» la ley para «racionalizar el uso del espacio público».

En una entrevista en RNE, ha reiterado que Madrid es «una ciudad complicada porque las manifestaciones son permanentes y su cifra desmesurada», opinión que sustenta en un dato: en lo que llevamos de año se han producido «casi 2.200 concentraciones y manifestaciones» en la capital —Botella las cifró en 2.732 el viernes. En todo 2011, fueron 1.380, según los datos de la alcaldesa—. «El tema de las movilizaciones es una cuestión puntual que viene dada por el momento político y propiciado porque hay grupos que tratan de conseguir en la calle lo que no han conseguido en las urnas», ha argumentado.

Aunque ha recordado que el derecho de manifestación es constitucional «y no se necesita autorización previa» sino una comunicación a la Delegación del Gobierno, apuesta por compatibilizarlo con el derecho que tiene el resto de la población «a poder estar en una ciudad que sea habitable». «Significa poder circular con tranquilidad, que no haya incidentes, disturbios, que no haya problemas de orden público. «Es mi objetivo y trato de conseguirlo», ha agregado.

«Lo que quiero es abrir un debate porque cualquier modificación tiene que ser adoptada por un amplio consenso. El derecho manifestación lo recoge la Constitución es su artículo 21 y no creo que haya que cambiar la Constitución. Este derecho tiene que seguir siempre en todo caso un derecho constitucional. Estamos en una sociedad democrática y los derechos de los ciudadanos no se pueden recortar«, ha avanzado.

Sin embargo, considera que el derecho de reunión hay que «modularlo» porque la Ley Orgánica que lo recoge, de 1983, «tiene muchos años». «Habría que modificarla, no para recortar derechos, pero sí para racionalizar el uso del espacio público.

La delegada del Gobierno en Madrid ha apuntado que la reforma debería dar a la Administración «cierto margen para modificar las horas, cambiar determinados lugares para compatibilizar el derecho de manifestación, que no hay que restringirlo en absoluto, sino para garantizar el derecho de los ciudadanos a no estar en una ciudad que en ocasiones es inhabitable».

«La ley es muy permisiva y amplia con el derecho de manifestación y cuando la Delegación ha intentado en diversas ocasiones no prohibir sino modular este derecho cambiando itinerarios o de día una manifestación porque creíamos que podía suponer un peligro de orden público, sistemáticamente el Tribunal Superior de Justicia de Madrid siempre ha fallado en nuestra contra y nos ha condenado a costas», ha recordado. En marzo, en vísperas de la huelga general, Cifuentes recibió tres varapalos consecutivos de este tribunal. «Lo que dice la ley es que sólo se puede prohibir o modificar una manifestación cuando existan razones fundadas de alteración del orden público con peligro para bienes o personas, que yo he apreciado en algunas ocasiones y en todas ellas los tribunales nos han quitado la razón«, ha proseguido.

Continúa aquí: elpais.com

Nota dezpierta: «La ley es muy permisiva y amplia con el derecho de manifestación» Pues parece que los representantes de la ley (la policía) no tiene tan clara esa permisividad y se creen que tiene a la ley de su parte cuando se ponen a dar porrazos…

«Cierto margen para modificar las horas, cambiar determinados lugares para compatibilizar el derecho de manifestación…» Claro, pueden mandar cualquier manifestación a las afueras de Madrid y el horario de 6 a 8 de la mañana… a ver quien se despierta, jajaja.

«Sin embargo, considera que el derecho de reunión hay que «modularlo». ¿Alguien recuerda lo que pasaba en tiempos de dictadura en España? Que no estaba garantizado el derecho de reunión y cualquier grupo de más de tres personas podía ser disuelto para evitar el riesgo de sublevación. ¿Terminaremos así?

No menciono estas noticias con afán de politiqueo, ni para alentar a nadie a manifestarse en contra del gobierno (porque eso es lo que quiere la élite), sino para poner de relieve la rapidez con la que los pueblos están perdiendo sus derechos y dentro de poco no podremos nu quejarnos.

El Nuevo Orden Mundial está a las puertas y necesita ciudadanos sin derechos para ir alimentando el altar de sacrificios sin necesidad de escuchar molestos grititos y quejas.

Jesús vuelve pronto. Pero antes vendrá el gran engaño.

Bendiciones.

Político español propone restringir el derecho de reunión en la lucha contra el vandalismo

El consejero de Interior del gobierno de Cataluña, Felip Puig, se ha fijado como prioridad luchar contra la violencia callejera con todas las herramientas posibles. Este martes propuso restringir el derecho de reunión y de seguridad ciudadana, regulados por leyes orgánicas, para que se aborde “la problemática de la ocultación de identidad” y la “posesión de materiales peligrosos en concentraciones”. Algo que criticaron todos los partidos políticos, excepto el PP.

Puig desgranó el martes estas iniciativas contra la “guerrilla urbana” en la rueda de prensa tras el Consell Executiu de la Generalitat. Interior ya trabaja en una ley del espacio público que sancionará a las personas que acudan a las manifestaciones tapadas, de forma que no se las puede identificar. La medida afectará igualmente al espacio público y a prendas como el niqab y el burka.

Entre las novedades, el titular de Interior anunció una nueva página web de colaboración ciudadana, para que la población ayude a identificar a los violentos a partir de imágenes públicas y policiales. La página estará lista en poco tiempo, según el consejero, pero no detalló si recogerá denuncias anónimas, aunque tampoco lo descartó. “La Oficina Antifraude las acepta y luego investiga”, defendió Puig. Asimismo, detalló que las páginas, blogs y tuits que “generen violencia y sean cómplices” de los alborotadores serán “objeto de análisis policial”.

El plan contra la “guerrilla urbana” incluye un incremento del 25% de los agentes antidisturbios (se sumarán 100 policías a los 400 que forman esta unidad). Y tendrán el apoyo de las unidades del Área de Recursos Operativos (ARRO) que no suelen intervenir en las grandes actuaciones de orden público.

DERECHO DE REUNIÓN:

El derecho de reunión es la libertad pública individual que faculta a un grupo de personas a concurrir temporalmente en un mismo lugar, pacíficamente y sin armas, para cualquier finalidad lícita y conforme a la ley. Se considera una libertad política y un derecho humano de primera generación.

Es el reconocimiento del pluralismo político y de la libertad de expresar las propias opiniones, aparejado al reconocimiento del derecho a transmitir a otros tales opiniones, escuchar las ajenas y a obrar en consecuencia. La conflictividad del ejercicio del derecho de reunión surge cuando ésta se celebra en lugares abiertos al público y, más precisamente, cuando se desarrolla en la vía pública, en lo comúnmente conocido como manifestación.

En algunos países, la autoridad gubernativa puede prohibir la reunión en caso de alteración al orden público o se ponga en peligro personas o bienes, ya que en países de Latinoamérica no existen leyes especiales que prohiban o limiten este derecho.

Fuente: El blog de skiper

Nota dezpierta: Como dice el autor del artículo: vulneración de los derechos que contempla la constitución, derecho a la presunción de inocencia, derecho de reunión…

Animar a lso ciudadanos al chivateo, a denunciarse los unos a los otros, prohibir el burka porque dicen que atenta contra la seguridad… ¿Y dicen que España no es un estado policial?, ¿que vivimos en democracia?

Sólo hay que esperar para ver como se recrudece todo esto con la intesificación de la crisis y de las medidas anticrisis del gobierno.

Bendiciones.