Escándalo en Australia tras prohibir los abrazos entre compañeros

La surrealista noticia saltó hace pocos días cuando se conoció que en varios colegios del país estaban castigando a los niños por abrazar a sus amigos en clase.  El caso más sonado fue el de Amber, una de las primeras alumnas castigadas por incumplir la nueva normativa.

Los padres y madres del país han puesto el grito en el cielo por este caso. La madre de Amber, Heidi Rome, está solicitando a la escuela una disculpa por una sanción que considera desproporcionada, y ha creado una página en Facebook para recoger firmas de otros padres.

Pero aquí no queda todo porque días después se conocía el caso de una niña de 6 años a la que también habían castigado por abrazar a una compañera cuando entró en clase. Hay que resaltar que la norma del «no-abrazo» se extiende por varios centros del país.

En este sentido, una portavoz del colegio de Amber, Gemma Preston, ha dicho que esta norma se creó por los «padres que se quejaron de que sus hijos volvían heridos por abrazos excesivos«, subraya.

Fi Garde, la madre de la niña de 6 años, se explicaba en una red social: «Somos una familia abrazadora, he tenido que explicarle que una vez que suena la campana ya no puede dar abrazos, por muy alegre que esté su corazón, hasta que salga del colegio. Qué triste», criticó.

Muchos padres apoyan esta reivindicación y encuentran ridículas las prohibiciones, denunciando que hay escuelas más preocupadas por hacer cumplir esta norma que por los problemas de «acoso escolar». Entre otras cosas, añaden que la escuela debe ser un lugar amable y acogedor, y que prohibir la expresión física del afecto puede enseñarles a autocensurar sus emociones.

Otros están de acuerdo en que siga existiendo porque estaban cansados de que sus hijos volviesen con rozaduras o moratones por abrazos demasiado efusivos. ¿No sería mejor explicarles algunos límites? ¿Piensas que es necesario poner restricciones a la expresividad y al afecto en la escuela?

Fuente: http://es.tendencias.yahoo.com

Nota dezpierta: Rara vez he visto a un niño pequeño esconder sus sentimientos por miedo al ridículo o al rechazo. Los niños son los únicos seres humanos que quedan que se expresan de verdad sin temor al qué dirán.

En Australia quieren acabar también con esto y no me extrañaría que después siguieran el resto de países.

Dice la noticia que los padres estaban cansados de  que sus hijos volviesen con rozaduras y morados por los abrazos de sus compañeros. Ojalá los adultos fuéramos llenos de heridas y moretones por ese motivo, por las muestras efusivas de cariño. ¿Desde cuando un moretón o una rozadura suponen un riesgo para la salud de alguien?, ¿cuando dejaron los niños de hacerse morados, chichones y heridas por cualquier actividad física realizada?

La élite nos está manipulando a través del cine y la televisión para que rechacemos todo contacto físico con la realidad. Es suficiente lo virtual, no necesitas la experiencia real. ¿Por qué tener sexo real (con tu pareja) cuando puedes tener cibersexo con decenas de mujeres y hombres al mismo tiempo? No te manchas, no te cansas, no te desplazas, no te comprometes, no corres riego de transmisión de gérmenes. ¿Por qué tener tu propio huerto real si puedes tirarte el día cultivando una granja en facebook?, ¿para qué hablar cara a cara si tienes programas de mensajería en el móvil con emoticonos y todo?, ¿para qué jugar al fútbol con los amigos si puedes jugar sólo contra la videoconsola? Así, si pierdes sólo tú te enteras. 

Estas situaciones me recuerdan a la película «Demolition Man», en la que el contacto físico estaba mal visto y todos vivían bajo el dominio de un gobierno dictatorial que castigaba la más leve distracción moral.

Vamos hacia un mundo en el que ya es difícil diferenciar la realidad de la ficción, un mundo en el que se ha perdido el contacto con la realidad y desconocemos las sensaciones que aporta una experiencia real. Cuando los niños dejen de abrazarse, entonces, no habrá motivos para alegrarse de la existencia del ser humano en la tierra porque habremos perdido lo que nos ayudó a llegar hasta aquí.

Jesús vuelve muy pronto. Este mundo es insostenible sin Él.