La repentina “evolución” de la mano humana

La llamada evolución humana está recibiendo en el ultimo semestre de este año unos reveses bastante severos, recientemente se supo que el genoma más antiguo fue descodificado en Atapuerca, España, pero que sorprendentemente estaba emparentado con otros humanos de Denisova (Siberia). El ADN del neandertal de Atapuerca está datado en 400.000 años, ¿pero si es el más antiguo, como está emparentado con otros hominidos geográficamente tan separados?

Bueno, ahora lo que vemos por la noticia es que otro milagro sucedió hace ,1,4 M.a Resulta que un mono sufrió una mutación y de golpe desarrolló un apófisis estiloide.

Carol  Ward la lumbrera que ha hecho este estudio lo justifica de la siguiente manera, [Énfasis añadido por este artículo]

“Con este descubrimiento estamos completando la historia evolutiva de la mano humana. [Hasta ahora solo había manos de mono, el australopiteco era un orangután]Puede ser que no sea esta la primera aparición de la mano humana moderna, pero creemos que está cerca del origen[“puede”, “creemos”, lenguaje especulativo pseudocientífico para insinuar  si es humana o no], dado que no observamos esta anatomía en fósiles humanos de más de 1,8 millones de años de antigüedad”[¿y los huesos intermedios del mono al  humano?], añadió la investigadora.

“Nuestras diestras manos especializadas han estado con nosotros la mayor parte de la historia evolutiva de nuestro género, Homo. Son, y lo han sido por casi 1,5 millones de años, fundamentales para nuestra supervivencia [y antes]“,

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La mano humana es un intrincado puzzle de huesos, con solo una posible configuración correcta, como el cubo de Rubrik.

Para hacernos una idea del cambio que propone este hallazgo es menester contemplar, que cualquier cambio aislado en un hueso por una mutación, aunque fuera certero, necesitaría de varias mutaciones positivas por accidente en el resto de huesos que conforman la mano, siendo estos al menos el Hueso Grande, trapezoide, huesos metacarpianos y Ganchoso. Dicho de otro modo, dado que el esqueleto del ser humano es un sistema complejo en sí mismo, se tuvieron que dar a la vez al menos cuatro mutaciones positivas. Cosa probabilísticamente imposible, a) ya que hoy en día vemos que todas las mutaciones son negativas, derivando en enfermedades. b) El registro fósil no muestra menos humanas en transición, del orangután australopiteco pasamos a la mano humana.

Ningún mono posee un dedo pulgar prensil. Esa articulación no pudo generarse por accidente.

Cabe mencionar también que se pasa por alto la supuesta evolución del pulgar humano prensil, que los monos no poseen. Si sumamos todas las mutaciones de la mano en su conjunto, y vemos las milagrosas mutaciones que se han tenido que producir para pasar de ser mano a mano humana, vemos que no hay tiempo suficiente para tal hazaña, generada por accidente, por un fruto del azar, algo tan intrincado como la mano humana.

Por otro lado las uñas de los monos no crecen de forma continua, sino que cuando alcanzan cierta longitud el proceso de crecimiento se detiene, si no obviamente los monos tendrían unas de más de un metro de largo. El ser humano sin embargo posee unas uñas que siempre crecen.

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La evolución humana en general y la de la mano en partícular no cuenta con el tiempo requerido en el escenario evolucionista graduado. Con cada hallazgo los evolucionistas están más acorralados. ¡Se os acaba el chollo!

La evolución completa humana se debió dar en 100.000 años, esa es la conclusión a la que se puede llegar, con la datación de este hueso. A pesar de que la teoría de la evolución humana nos dice que se requieren millones de años para un cambio, cono el homo sapiens la teoría les está saliendo rana, el homo erectos se junta con el homo hábilis, coexistió con él, por tanto no evolucionó a partir de él. ´

¿Aparecerá el eslabón perdido de la mano? ¡Esperad sentados evolucionistas!

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/12/131217_ciencia_hueso_estiloide_destreza_mano_np.shtml

imageFuente: batallaespiritual

Nota dezpierta: A pesar de la facilidad con la que datan con tantos o cuantos millones de años a los fósiles… la realidad es que la evolución se desmorona por momentos.

Con respecto a la datación, diré lo que digo siempre: Hay una falta de perspectiva tal, que decir que algo tiene 10.000 años cuando los primeros datos numéricos en cuanto a fechas no van más allá de 4000 años antes de Cristo es de todo menos científico.

Bendiciones.

 

Darwin: “Todo es resultado de leyes planeadas”

charles-darwin-320x240Fragmento de una carta de Darwin al botánico Asa Gray, en la que comenta la reacción a su teoría de la Evolución y que clarifica bastante su punto de vista:

“Con referencia al punto de vista teológico de la cuestión, esto siempre es doloroso para mí. Estoy perplejo. No tenía la intención de escribir de forma atea. Pero reconozco que no puedo ver tan claramente como otros hacen, y como me gustaría hacer, indicios de designio y benevolencia a todo nuestro derredor.
Me parece que hay mucha miseria en el mundo. Por el contrario, no puedo contentarme tampoco observando de cualquier modo este maravilloso universo, y en especial la naturaleza del hombre, y llegar a la conclusión de que todo es el resultado de la fuerza bruta.
Me inclino por considerar que todo es el resultado de leyes planeadas, y los detalles, sean buenos o malos, se dejan al resultado de lo que podemos llamar casualidad. No es que esta idea me satisfaga totalmente. Siento en sumo grado que todo este asunto es demasiado profundo para el intelecto humano. De la misma manera un perro pudiera especular acerca de la mente de Newton”
Charles Darwin, naturalista inglés, padre de la Teoría de la Evolución y autor de “El origen de las especies” Universidad de Cambridge.
Visto en: Logos77

La mosca sierra de los pinos

Las coníferas no son molestadas por muchas pestes de insectos.  La razón por la que no son molestadas, es porque los aceites que emiten ese rico olor a pino son venenosos.  Pero para la larva de la mosca sierra conífera no lo son, pues no los digieren. Mientras comen las agujas del pino, su cuerpo almacena los aceites venenosos para futuras defensas. El hecho que la mosca sierra no sólo come las agujas del pino, sino que también usa los aceites venenosos para su futura defensa presenta un problema difícil para evolución y parece que no tiene solución.

Esta habilidad única de la larva de la mosca sierra hace que sea una grave peste para el conífero en Norte América y Europa. Parte del secreto de la larva es su sistema digestivo.  Éste separa los aceites venenosos de las agujas de pino y los almacena en dos bolsos especiales en su boca.  Estas bolsas están revestidas por un material quitinoso que protege el resto de la boca de los aceites ácidos y venenosos. Cuando es amenazado por una araña o incluso un pájaro, la mosca sierra libera algo de ese aceite mal oliente en dirección de la amenaza. Esta estrategia convence efectivamente a la mayoría de los agresores a buscar su alimento en algún otro lado.

El problema para la evolución es que estas estructuras complicadas y habilidades especiales no podían haberse desarrollado de forma gradual, paso por paso como demanda la evolución. Si la mosca sierra alguna vez no comió originalmente las agujas de pino, ¿entonces cómo fue que adquirió la habilidad especial de comerlas y desarrollar este sistema de defensa especial?

Notas: 

Creation Research Society, May/June 1999, Neodiprion (Sawfly) Mark Stewart

El genoma humano sufrió muchas mutaciones unos 5000-10000 años atrás

El genoma humano sufrió un proceso de mutación intenso y acelerado hace entre 5.000 y 10.000 años, creándose diferencias entre las poblaciones de origen europeo y africano en su respuesta a enfermedades.

Estas mutaciones se produjeron en las regiones del ADN encargadas de codificar las proteínas y el 73 por ciento de ellas aparecieron en esos 5.000 años, un «breve fragmento de tiempo» en la historia de la evolución, según explica a Efe el investigador Joshua Akey, de la Universidad de Washington (Seattle, oeste de EE.UU.).

Su estudio, que publica la revista científica Nature, analiza el exoma -la parte codificadora de proteínas del genoma- de 6.515 estadounidenses con antepasados europeos y africanos, y calcula la edad de más de un millón de mutaciones. Los científicos concluyeron así que el genoma de los seres humanos actuales es ‘considerablemente diferente’ al de hace 5.000 años, un momento en el que se produjo una explosión demográfica por la que la población mundial ascendió de alrededor de 10 millones de personas a los 7.000 millones actuales.

Estos cambios en el ADN son «muy, muy recientes desde una perspectiva evolucionista y resulta realmente chocante que el panorama de estas regiones codificadoras de proteínas sea tan diferente a lo que era hace unos pocos miles de años», apuntó Akey. En este sentido, estos resultados demuestran «la huella que la historia reciente ha dejado sobre nuestro material genético», añadió el experto.

La investigación reveló además que el genoma humano contiene una ‘cantidad enorme’ de mutaciones raras, alrededor del 86 por ciento del total de variaciones, que están presentes solo en el ADN de una persona o de un puñado de ellas. Así, cada participante del estudio contaba con alrededor de 150 variaciones que los científicos no pudieron hallar en sus progenitores.

Según Akey, la importancia de estas mutaciones reside en que afectan a la estructura de las proteínas y a su funcionamiento, y determinan factores como la susceptibilidad de sus portadores ante distintas enfermedades o su respuesta a los tratamientos. Además, los estadounidenses de origen europeo heredaron un mayor número de mutaciones consideradas dañinas para la salud que sus compatriotas de procedencia africana.

Los antepasados europeos de estos estadounidenses emigraron a Europa desde África y sufrieron lo que se conoce como «cuello de botella demográfico», un descenso temporal de su población. Dado que la selección natural funciona de forma menos eficiente en poblaciones pequeñas como las que formaron estos individuos, su material genético heredó un mayor número de mutaciones perjudiciales, detalló Akey, quien subrayó sin embargo que aunque la diferencia entre ambos grupos existe, ésta es ‘muy pequeña’.

Fuente: Agencia EFE

Nota dezpierta: Una vez más, la ciencia nos ayuda (sin querer) a reafirmar nuestra fe en nuestro Creador. Los cristianos confiamos en que el mundo no tiene millones de años como se atreven a asegurar los evolucionistas, sino que, teniendo en cuenta el registro bíblico, desde la caída de Adán y Eva el mundo no debe tener más de 6000 o 7000 años y desde el diluvio unos 4500 aproximadamente.

Lo que este estudio ha descubierto nos puede llevar a pensar que la creación entera, pero en este caso concreto el ser humano sufrió una serie de múltiples mutaciones para poder adaptarse a las nuevas condiciones de su existencia.

No podemos saber cuales fueron esas mutaciones pero, por lo pronto, el ser humano pasó de no sufrir dolores a sufrirlos, de parir sin dolor a parir con él… su sistema digestivo tuvo que transformarse para aceptar el nuevo tipo de alimentación que paso de una dieta vegetariana basada en frutos a una dieta omnívora que incluía también semillas, hierbas y carne.

Todo en el ser humano tuvo que ser adaptado para afrontar las adversidades que suponía haberse apartado de su Creador.

Y es lógico que la ciencia establezca una horquilla entre 5000 y 10000 años, primero porque, como siempre digo, no tenemos la perspectiva suficiente como para poder datar las cosas anteriores a la primera datación humana. Pero además decir que esos millones de mutaciones surgieron hace 6000 años sería dar un poco la razón a la Biblia y a los creacionistas.

Decir que los seres humanos actuales son ‘considerablemente diferentes’ a los  de hace 6.000/7000 años es la confirmación científica de que los primeros hombres sufrieron un cambio drástico en sus vidas y esto pudo ser la expulsión del Edén y la caída al pecado.

Gracias a Dios por sus continuas y constantes testimonios. Ciertamente, las rocas dan testimonio de Él.

Que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob os bendiga.

¿La gallina fue antes que el huevo?

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Científicos de la Universidad de Warwick y la Universidad de Sheffield (Inglaterra) han llegado a la conclusión de que la gallina existió antes que el huevo debido a que una proteína hallada en los ovarios de las gallinas, la ovocledidina-17 (OC-17), cumple una función clave en la formación de la cáscara del huevo.

El hallazgo, aseguran, es una evidencia suficiente para determinar no sólo que la gallina fue antes que el huevo, sino también que la primera gallina posiblemente no nació de un huevo de su misma especie.

«Nuestro estudio nos hace detenernos por un momento y pensar si el huevo del que salió la primera gallina fue realmente un huevo de gallina», apunta Mark Rodger, de la Universidad de Warwick. En este sentido, los investigadores sugieren que tuvo que haber un embrión que se transformó en la primera gallina, aunque señalan que el huevo que pusieron sus progenitores «no tendría el aspecto de un huevo de gallina tal y como lo conocemos hoy día».

No obstante, Rodger ha reconocido que el dilema sobre qué fue primero, el huevo o la gallina, «nunca tendrá una respuesta definitiva en el sentido de que no se puede verificar de acuerdo a métodos científicos».

El descubrimiento del rol que juega la proteína OC-17 en la formación de la cáscara de huevo permitirá además avances en el campo de la medicina a la hora de crear huesos sintéticos e implantes más parecidos a los reales.

Fuente: Muy interesante

Nota dezpierta:  Para los evolucionistas este descubrimiento plantea el problema de hacer que la evolución hacia las gallinas, sea producto de una mutación y no de la selección natural.

Para los creacionistas, la solución es evidente: Dios creó a las primeras gallinas. Así, fue antes la gallina que el huevo.

Pero, claro, es más fácil suponer que somos lo que somos y vivimos en el mundo que vivimos gracias a millones de mutaciones beneficiosas, cuando es demostrado que la mayoría de las mutaciones son perjudiciales para el individuo que las sufre y que las pocas que son beneficiosas son de color, de tamaño o de alguna otra característica que no implica una mejora fisiológica drástica.

Dios es el Creador del universo, por mucho que le moleste a algunos. Bendiciones.

Darwin: Su preocupación sobre la falta de fósiles de transición pesaba sobre él y lo reconocía

Charles Darwin:

“Suponer que el ojo con todas sus inimitables mecanismos de ajuste en el enfoque de las diferentes distancias; en diferenciar los diferentes grados de luz; y en las correcciones de las aberraciones esféricas y cromáticas, pudiera haberse formado por selección natural, parece, lo confieso abiertamente, absurdo en el más alto grado”.

“En cuanto a ésta teoría, innumerables formas de transición han debido existir, ¿por qué no las encontramos incrustadas en la capa de la tierra? ¿Por qué no está la naturaleza en confusión en vez de la forma en que la vemos, con especies bien definidas? El registro geológico no presenta las infinidades de transiciones entre las especies pasadas y las presentes requeridas por esta teoría; y esta es la más obvia de las muchas objeciones que se pueden lanzar contra ella. La explicación la tenemos en la extrema imperfección del registro geológico”.

“Si se pudiera demostrar que cualquier órgano complejo existió el cual no se hubiera formado por medio de numerosas, sucesivas, y pequeñas modificaciones, mi teoría se derrumbaría por completo”.

Estas son declaraciones del mismo Chrales Darwin en las cuales podemos ver su preocupación por la falta de evidencia de su teoria. Sí, Darwin no estaba seguro de su teoría, y con razón, pues una teoría no se confirma hasta que haya pruebas concluyentes, y en sus tiempos no las había. Él esperaba que se descubrieran más adelante, pero dichas pruebas nunca se han encontrado, el registro fósil solo presenta aparición súbita y estasis. O sea, hubo un periodo en la historia en que debido a una catástrofe global, (el Diluvio universal) y como resultado de ella, miles de fósiles aparecieron de una vez al mismo tiempo, y no gradualmente como se esperaba. Además, y esto es lo más importante, los dichos fósiles se presentan iguales a los organismos que tenemos ahora sin cambios perceptibles. Esta es la bien conocida Explosión Cámbrica y es la que cuenta para determinar el estado del registro fósil. Si la teoría de Darwin fuera cierta, a traves de los miles de millones de años que ellos dicen que tiene la tierra de existencia, tendríamos también millones y millones de fósiles de transición de un estado animal a otro.

En conclusión, los temores de Darwin estaban bien fundados. Ni en sus tiempos, ni en los nuestros se han encontrado dichos fósiles y esto a pesar de los millones de dólares y euros invertidos en investigaciones de este tipo. El Darwinismo es una teoría sin fundamento ni pruebas.

Los darwinistas no se quieren dar por vencidos con esta teoría, porque ya han desarrollado toda una industria basada en ella y muchos puestos de trabajo peligrarían si se dijera la verdad sobre la teoría de Darwin.

El mundo odia a Dios y prefiere creer en una teoría sin fundamento porque desacredita a la Biblia y así no sentirse mal cuando pecan.

En 2 Pedro 3:3-6

“sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, ANDANDO SEGÚN SUS PROPIAS CONCUPISCENCIAS, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su venida? . . .Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos POR LA PALABRA DE DIOS los cielos y la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua”.

Concupiscencias son deseos carnales pecaminosos y contrarios a las leyes de Dios.

Santa Biblia vs. Reina Valera

Fuente: logos77

Vaticano: «El relato del Génesis es compatible con la evolución»

Intervención de Werner Arber, el primer protestante en presidir la Academia Pontificia de las Ciencias

Por Nieves San Martín

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 14 octubre 2012 (ZENIT.org).- Este viernes 12 de octubre de 2012, ante la presencia de Benedicto XVI, en la Octava Congregación General del Sínodo, se dio la palabra al invitado especial Werner Arber, profesor de Microbiología en el Biozentrum de la Universidad de Basilea; presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias de Suiza, quien hizo una “Reflexión sobre las relaciones entre las ciencias y la fe religiosa”.

Werner Arber es microbiólogo y genetista suizo. En 1978, junto a los científicos Hamilton Smith y Daniel Nathans, compartió el premio Nobel de Fisiología o Medicina por el descubrimiento de las endonucleasas de restricción. En enero de 2011, Benedicto XVI, le nombró presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias, siendo el primer protestante en ejercer este cargo.

El profesor Arber explicó :

«… El conocimiento científico adquirido se sitúa, así, junto a las varias clases de creencias, incluyendo aquella de la fe religiosa. Entre paréntesis, podemos considerar que aún los agnósticos son personas con un credo específico (coincido al 100%), es decir, el del no conocimiento de Dios».

Según el profesor invitado, la evolución cósmica y la evolución biológica son factores que evidencian leyes importantes de la naturaleza. Constató que, hasta ahora, la ciencia no tiene nociones precisas sobre las raíces de la evolución cósmica aunque «los continuos procesos evolutivos del universo y de la vida son ahora hechos científicos sólidamente establecidos que constituyen los elementos esenciales de la creación permanente».

«Hoy día imaginamos que la vida puede también existir en algunos planetas extraterrestres, pero aún estamos esperando las evidencias científicas de tal hipótesis. Por otro lado, las ciencias de la vida han adquirido un amplio y sólido conocimiento sobre la complejidad de los procesos vitales, tanto en lo que respecta a la actividad de los organismos individuales como a la evolución biológica en curso a nivel de las poblaciones», afirmó.

En otras palabras, «la evolución biológica es un proceso natural continuo y constante de creatividad permanente y gradual«.

El invitado por Benedicto XVI para hablar en la Octava Congregación General del Sínodo se detuvo en señalar los valores culturales del conocimiento científico.

«Las visiones científicas de las leyes y constantes de la naturaleza son valores culturales desde los dos siguientes puntos de vista –dijo–. Por un lado, el conocimiento científico adquirido enriquece nuestra visión del mundo y, por tanto, contribuye a nuestro saber orientativo. Por otro lado, el conocimiento científico puede abrir nuevos caminos a las aplicaciones e innovaciones tecnológicas que benefician tanto nuestras vidas como el medio ambiente. Visto que dichas innovaciones contribuyen las más veces a configurar el futuro, deberíamos idealmente postular que cualquier decisión al respecto dependiera de una evaluación tecnológica diligentemente ejecutada y, por otro lado, que la sociedad civil y la Iglesia estén preparadas a asumirse la corresponsabilidad con los científicos y la economía, para así llevar a cabo un nuevo modelo de futuro que comporte beneficios para la humanidad y su ambiente. Tales medidas podrían contribuir a la sostenibilidad del proceso y, por lo tanto, al desarrollo a largo plazo de nuestro planeta».

Subrayó también «el papel de las reglas de conducta para la humanidad«. La sociedad actual garantiza reglas de conducta que deben ser respetadas. «La aceptación de dichas reglas puede facilitarse si sus principios están enraizados en la fe religiosa«, dijo.

«En la sociedad cristiana, algunas importantes reglas de conducta fueron promulgadas por Jesucristo durante su vida, y desde entonces han sido ampliamente seguidas por los cristianos. Sin embargo, es una importante tarea de las sociedades hodiernas actualizar las reglas establecidas, prestando una especial atención al conocimiento científico adquirido», subrayó.

«En este contexto, presumo que si Jesucristo viviera hoy entre nosotros, él estaría a favor de la aplicación de un conocimiento científico sólido para el beneficio a largo plazo de la humanidad y de su ambiente natural, al menos en la medida en que esas aplicaciones configuraran el futuro asegurando el pleno respeto a las leyes naturales relevantes», dijo el profesor Arber.

Ilustró su postulado con un ejemplo concreto. «Gracias a los recientes avances de la genómica, la proteómica y la metabolómica, se ha podido orientar la evolución biológica en vistas de satisfacer mejor nuestras necesidades de una alimentación más saludable como contribución a unas importantes mejoras en el campo médico».

Tras un estudio de la Pontificia Academia de las Ciencias, en 2009, sobre las plantas transgénicas, la Academia concluyó que «los métodos establecidos recientemente en la preparación de organismos transgénicos siguen las leyes naturales de la evolución biológica y no conllevan riesgos vinculados a la metodología de la ingeniería genética«.

Por último, se ocupo del aspecto de «la compatibilidad entre conocimiento científico y fe religiosa». En este sentido, dijo que «durante largos periodos de tiempo, seres humanos curiosos adquirieron el conocimiento científico principalmente mediante la observación por medio de sus sentidos, ayudados por la reflexión mental y el razonamiento lógico».

Sobre el libro del Génesis, dijo, «propone una secuencia lógica de acontecimientos en la cual la creación de nuestro planeta Tierra podría ser seguida por la creación de las condiciones para la vida. Las plantas fueron introducidas y éstas fueron, en un momento dado, el alimento de los animales antes de la introducción final del ser humano. Dejando de lado la cuestión de la Revelación, esto es claramente una narración lógica del posible origen evolutivo de las cosas según unos acontecimientos imaginados orientando la naturaleza, que observaban las antiguas poblaciones. Por la genealogía descrita en el Antiguo Testamento, puedo también concluir que sus autores eran conscientes de las variantes fenotípicas (o sea, genéticas). Las personas descritas tienen sus propias características personales y, por tanto, no son clones genéticamente idénticos de Adán y Eva. En estas narraciones podemos identificar una gran coherencia entre la fe religiosa disponible entonces y el conocimiento científico sobre el desarrollo evolutivo. Es nuestro deber hoy en día mantener (y donde sea necesario, restablecer) dicha coherencia basándonos en nuestro mayor conocimiento científico. Es mi convicción que el conocimiento científico y la fe son, y deben seguir siendo, elementos complementarios de nuestro saber orientativo».

En resumen, el profesor Werner Arber, subrayando «la importancia de la evolución de la vida y su hábitat ambiental», expuso «cómo puede influir el conocimiento científico, junto a otros elementos de nuestro saber orientativo, en las actividades humanas, incluida la aplicación del conocimiento científico para el beneficio de la humanidad y de un ambiente inalterado idóneo para el desarrollo sostenible a largo plazo de nuestro planeta Tierra y sus habitantes». Los ejemplos dados «pueden aplicarse a otras actividades viables basadas en el conocimiento científico disponible que puede servirnos para un desarrollo cultural sostenible». A este propósito, la Pontificia Academia de las Ciencias intenta «llevar a cabo su tarea de seguimiento crítico de los avances en las investigaciones científicas y los proyectos de aplicación de los conocimientos adquiridos».

Periódicamente publica, tanto en papel como en formato electrónico (en su página webwww.pas.va), sus libros para información del mundo científico, la jerarquía de la Iglesia, todos los cristianos y la gente de buena voluntad, ofreciendo también importantes sugerencias en favor de un desarrollo seguro, responsable y sostenible.

Fuente: Zenit.org

Nota dezpierta: Creo que a estas alturas no haría ninguna falta que comentara este artículo, pero voy a hacerlo para «beneficio» de aquellos que se puedan encontrar con este blog de repente.

En primer lugar, resulta muy interesante comprobar como el ecumenismo propuesto por el Vaticano está dando excelentes resultados, ya que se ha conseguido que un «protestante» acepte la silla de presidente en la Academia Pontificia de Ciencias. Creo que los protestantes de antaño habrían preferido ser mártires antes que aceptar algo así. Y el logro no es que haya aceptado sino que hable de la ICAR como la Iglesia: «…por otro lado, que la sociedad civil y la Iglesia estén preparadas…»

Es innegable que la naturaleza nos revela procesos de transformación a los cuales la ciencia llama evolución y yo llamaría adaptación, involución o degradación del ADN. ¿Por qué digo esto? Porque creo que en el ADN de los seres vivos existen una serie de potenciales adaptaciones al medio, limitadas siempre a la familia o especie del animal. Es decir, el canis primigenio tenía en su ADN la información necesaria para adaptarse a prácticamente todas las condiciones ambientales posibles y a todos los tamaños conocidos. Con el paso del tiempo ha sufrido las adaptaciones con la pérdida del resto del potencial adaptativo que tenía. Es decir, un chiuaua no podrá evolucionar hasta mastín y viceversa.

Resulta alarmante ver como la Iglesia, con sus científicos a la cabeza, apoya la producción de alimentos transgénicos, negando los experimentos científicos que evidencian lo dañinos y tóxicos que resultan los alimentos modificados genéticamente en los animales de laboratorio.

En cuanto a la compatibilidad del Génesis con la teoría de la evolución, debo decir que este indivíduo deber no haber leído el Génesis, al igual que otros grupos que tratan de hacer creer al mundo que la creación fue en periodos de miles o millones de años y no en días como afirma la Biblia.

Con un rápido vistazo podemos comprobar que en el tercer día Dios creó las plantas, todos los vegetales. Es cierto que los creó antes que a los animales para que éstos pudieran alimentarse de ellas. Pero el problema surge cuando leemos que el cuarto día creó el Sol y la Luna.

Cualquiera sabe que una planta sin la luz del sol muere en cuestión de días u horas. ¿Cómo es compatible la evolución con esto?

Es más ¿cómo es posible que la tierra apareciera antes que el sol y la luna?

Una vez más, los falsos profetas quedan en evidencia. Porque la verdad resplandece y nadie puede ocultarla con su manto de mentiras por mucho tiempo.

Jesús vuelve pronto. Bendiciones.

Hallazgos de científicos rusos cuestionan la teoría de Darwin

Los científicos siguen rompiéndose la cabeza a cerca del origen y la evolución del Hombre y de la vida en nuestro planeta. Así, los investigadores rusos del Instituto de Ecología y Evolución de la Academia de Ciencias de Rusia expusieron sus versiones que ponen en duda la teoría de Charles Darwin, indicando que tanto los Homo Sapiens como los monos no tienen antepasados en la Tierra.

Ramas independientes

En su informe Belov expone otra teoría, según la cual los monos y los Homo Sapiens son ramas biológicas independientes que no se vinculan entre sí. Esta conclusión se debe a un detallado estudio de múltiples muestras fósiles de mandíbulas, dientes, cráneos y otros huesos, llevado a cabo durante muchos años por un grupo de arqueólogos.

Tyunyáev, por su parte, también llega a la misma conclusión de que a lo largo de los años en el marco de la evolución humana, el Homo Sapiens no hacía más que degradarse.

Entonces… ¿quiénes somos?

Sean cuales fueran los orígenes del Homo Sapiens, los investigadores están de acuerdo: todavía no se han encontrado a los antepasados biológicos de los seres humanos y de los monos en el planeta que confirmen la teoría de la evolución de Charles Darwin.

Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/inventos/issue_37887.html

Nota dezpierta: Me resulta muy interesante que estos investigadores digan que el Homo Sapiens no hacía más que degradarse.

Si leemos con atención la Biblia, veremos que la esperanza de vida del ser humano sufrió un vertiginoso descenso. Desde los 969 años de Matusalén hasta los 100 máximo que cumplen nuestros ancianos en unas condiciones de salud física y mental lamentables en la mayoría de los casos, si llegan.

No podemos negar que esta teoría de involución, más que de evolución que presentan estos científicos rusos, está mucho más en consonancia con la historia biblica que cualquier otra haciendo referencia al origen de la humanidad.

Me parece sumamente importante esta afirmación: «Sean cuales fueran los orígenes del Homo Sapiens, los investigadores están de acuerdo: todavía no se han encontrado a los antepasados biológicos de los seres humanos y de los monos en el planeta que confirmen la teoría de la evolución de Charles Darwin».

Pero como esto no conviene a la ciencia, poco caso harán a estos investigadores.

Que Dios os bendiga.