El pasado siete de diciembre fue un día relativamente tranquilo en el mundo, pero histórico para un médico de las urgencias del hospital presbiterano de Nueva York: fue el día en el que, por primera vez en sus más de 20 años en el puesto, trasladó sus emociones al familiar de un paciente.
El médico, anónimo, escribió a mano una carta para el marido de una de sus pacientes, que había muerto de cáncer de mama; una paciente tan especial que le obligó a romper la tradición que se remontaba a más de dos décadas.
Tan especial carta sobre tan especial paciente ha llegado a Internet hace poco a través del hijo de la difunta: la publicó en la popular web Reddit, donde ha sido vista por más de dos millones de personas y ha recibido miles de comentarios. Quizá ese fuera su mejor contexto.
El texto logra contar, para quien no conozca a los implicados, toda una historia en sí misma; se leen en ella los años que ese matrimonio pasó juntos y se adivina por qué esos sentimientos permearon hasta el responsable de cuidar a la esposa en sus últimos momentos. La misiva, fechada en ese siete de diciembre tan inocuo para el resto del mundo pero tan histórico para el médico y la familia en cuestión, decía así:
Querido señor [Tachado],
Soy el médico de Tratamientos de Urgencia que trató a su mujer, la señora [Tachado] el pasado domingo en el departamento de urgencias del [Nombre del hospital tachado]. No fue hasta ayer que recibí la noticia de que había fallecido y quería expresar mi tristeza. En mis 20 años como médico en Tratamientos de Urgencia nunca le he escrito al familiar de un paciente porque nuestros encuentros suelen ser apresurados y no permiten una interacción más personal.
Sin embargo, en su caso, sentí una conexión especial con su mujer [Tachado], que era tan cautivadora y alegre a pesar de su enfermedad y sus problemas para respirar. Me emocionó el hecho de que pareciesen una pareja tan enamorada. Usted la apoyó, le preguntó todas las preguntas que tenía que preguntar con calma, interés y preocupación. En mi experiencia como médico, encuentro que el apoyo y el amor de un cónyuge o un familiar es el bálsamo más efectivo, ya que da paz y serenidad a los enfermos.
Siento su pérdida y espero que encuentre consuelo en el recuerdo del gran espíritu de su mujer y del amor que les unía. Mis más sinceras condolencias para usted y su familia.
Si la carta llegó a Internet, fotografiada para que se viera la caligrafía del médico (en una era de comunicación digital, los textos manuscritos tienen el doble de valor) fue por el hijo de la difunta, un chico de 24 años que ha justificado su decisión así: «Si mi madre estuviera viva para ver esta carta querría los lectores comprobaran el poder que tiene mostrarle compasión a un perfecto desconocido.
El apoyo que he recibido de Reddit ha sido increíble: médicos, enfermeras y otros internautas que también han perdido a sus madres se mostraron igual de impresionados de que un médico se molestara en escribir una carta tan sentida e importante».
Fuente: Yahoo! US
Nota dezpierta: «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros». (Juan 13:34,35)
Qué distintas habrían sido las cosas si los que decimos llamarnos cristianos hubiéramos obedecido el «nuevo» mandamiento de Jesús.
En esta carta podemos ver el impacto que podemos llegar a crear en los demás si nos comportamos de forma amorosa, entregándonos al otro por completo, sin miedo a salir heridos en ese «intercambio a campo abierto».
Es precisamente ese miedo el que nos impide darnos a los demás de tal forma que podamos cumplir con las expectativas de Cristo para cada uno de nosotros. Pues la falta de fe nos atenaza y nos bloquea para que nos defendamos de los potenciales ataques que cada día nos infligimos unos a otros.
Si queremos formar parte de ese grupo especial de salvos, debemos confiar en que a los hijos de Dios, todo lo que les sucede es para bien, porque Dios siempre está al cuidado de sus hijos.
La muerte primera, el dolor y el sufrimiento no prevalecerán porque Cristo los venció. El nos promete sanidad eterna en una tierra renovada donde el recuerdo doloroso del pasado ya no existirá más y donde pondremos en práctica en el verdadero amor que debemos ir esbozando mientras que permanecemos en este angustioso principado de maldad.
Que Dios os bendiga.