Misteriosa muerte masiva de carpas en Alemania: recogen 37 toneladas

En Alemania han recogido 37 toneladas de carpas asiáticas muertas. Estos peces eran parte de un experimento biológico de los tiempos de la Guerra Fría.

Cientos de peces muertos empezaron a aparecer en el río Ilm, en Turingia, con el deshielo de abril. Las autoridades de la región alemana enviaron a un grupo especial para limpiar el río de peces muertos, que podrían poner en peligro todo el ecosistema de Ilm. Sólo en un  día los estudiantes locales recogieron 12 toneladas de carpas, más de 3.000 peces.

La cantidad total ya sobrepasa las 37 toneladas y los ecologistas dicen que podría aumentar aún más, ya que hasta la primavera en el río vivían 8.000 carpas asiáticas.

Los ejemplares fueron traídos a Alemania en 1987, cuando esta parte del país pertenecía a la República Democrática Alemana (RDA), aliada de la URSS. Los científicos de ambos países desarrollaban proyectos para mejorar la salud de los ciudadanos y decidieron implantar 13.000 carpas de Asia del este en Europa para cultivarlas y obtener su grasa, que contiene ácidos grasos Omega-3 y un suero muy valiosos. Estos se utilizan para curar la arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares.

Tras la caída de la URSS y el Muro de Berlín, el programa de carpas fue cerrado, pero los peces continuaron viviendo en Ilm. Los expertos alemanes no tienen idea de por qué murieron, ya que no han encontrado bacterias o virus peligrosos en el agua del río. Las otras especies de peces de Ilm están bien.

Hay suposiciones que las carpas asiáticas se extinguieron por el duro invierno y por el grosor de la capa de hielo fluvial, que habría dificultado su respiración.

Nota dezpierta: Los «expertos» no tienen ni idea porque quizás estas muertes no pueden ser explicadas científicamente. Imaginaos a los expertos de Egipto tratando de averiguar por qué habían sucedido cada una de las diez plagas que Dios mandó por medio de Moisés.
Estamos siendo advertidos, no sabemos cuanto nos queda, pero por las señales sabemos que queda poco tiempo para la redención de los salvos.
Bendiciones.  

Y Dios cerró la puerta

9462584-modelo-de-arca-de-noeEsta acción de Dios cerrar la puerta la encontramos solamente dos veces en la Biblia. Ambas ocasiones señalan el final de la oportunidad para el hombre (incluyendo la mujer) entrar por la puerta que estaba abierta. Y también señala el comienzo del Juicio Divino sobre el hombre por su incredulidad al no entrar a la salvación que Dios le había provisto gratuitamente.

La primera puerta que Dios cerró la encontramos en Génesis 7:16-17, donde dice: “Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios, y Jehová le cerró la puerta.» Es sumamente importante notar que el primer cierre de puerta que Dios hizo dio comienzo al justo Juicio de Dios por medio del Diluvio.

EL JUICIO DEL DILUVIO

“Y fue el Diluvio cuarenta días sobre la Tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el Arca, y se elevó sobre la tierra.” Más adelante en los versículos 21-23, la Biblia dice: “Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre…todo lo que había en la tierra murió…y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el Arca.” Allí murieron todos los seres humanos y animales que estaban fuera del Arca, y esto por culpa del hombre. Así como lo oye. El pecado del hombre ha afectado y todavía afecta toda la Creación de Dios.

Parabola-de-las-diez-virgenesLA SEGUNDA PUERTA QUE DIOS CERRARÁ

El Señor Jesús nos enseña sobre el Reino de Dios utilizando el mecanismo de las parábolas. En Mateo 25:1-13, tenemos la parábola de las 10 vírgenes. En la cual encontramos la segunda ocasión en que Dios cerrará la puerta.

Si nos fijamos bien, ésta es la única parábola cuya semejanza es futura, pues dice: “Entonces el Reino de los Cielos SERÁ semejante a…” no dice: ES semejante a… como en todas las demás parábolas.Sino que dice: SERÁ semejante a… Es decir, que el cumplimiento de este evento será siempre futuro mientras la Iglesia esté aquí en la tierra. Pues tiene que ver con el día del Rapto de la Iglesia (1Cor 15:51-52).

En esta parábola, las 5 vírgenes prudentes representan a los verdaderos cristianos. Mientras que las 5 vírgenes insensatas representan a aquellos que no se han preparado suficiente y que no han dejado que el Espíritu Santo trabaje lo necesario en ellos. Estas últimas vírgenes tenían aceite en sus lámparas (la Biblia), pero no tenían aceite en sus vasijas (el Espíritu Santo morando dentro de sus cuerpos), o sea, que aunque eran religiosas no habían permitido una transformación espiritual completa.

El Señor continúa el relato de la parábola diciendo que: “vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con El a las bodas; y se cerró la puerta.” Aquí está el segundo cierre de puerta que Dios hace en toda la Escritura. Sin duda que este cierre de puerta señala el día en el que el juicio haya terminado y Jesús haya venido por segunda vez para llevarnos con Él a la casa de Dios, es decir, cuando Cristo viene a buscar su esposa, la Iglesia. Pues inmediatamente en el versículo 13 advierte: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” Este día, cuando Cristo venga a buscar su Iglesia verdadera y Dios cierre la puerta por segunda vez, en mi opinión, será el día más significante en la historia. Pues es el día más esperado tanto por los santos del Antiguo Testamento como por la Iglesia desde su comienzo. Este será día de victoria y de gozo para el pueblo de Dios. Será el día de graduación para la Iglesia verdadera.

«Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.» (Mateo 25:11,12)

¡Ay de aquellos que sean dejados fuera de las puertas! Dice Mateo en el capítulo 13: «y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes». y en Lucas 13:28 podemos leer: «Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos».

Todo esto sucederá por la incredulidad del hombre, al igual que en los días de Noé.  Sus nombres no serán hallados en el libro de la Vida Eterna y serán lanzados al Lago de Fuego, que es la muerte segunda (Apocalipsis 20: 11-15). “Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás” (Apo 14:11).

LA PUERTA ES CRISTO

La puerta del Arca de Noé que Dios cerró en Génesis capítulo 7 representa a Cristo. El Nuevo Testamento nos revela esta verdad en el Evangelio según San Juan 10:9 donde Cristo dice: “Yo Soy la Puerta el que por mí entrare será salvo.” La segunda puerta que muy pronto Dios va a cerrar es Cristo. Pero hasta el día de hoy esa Puerta todavía permanece abierta. Debemos aprovechar y hacer nuestra decisión de entrar al Arca de Salvación, antes que sea demasiado tarde. Podemos estar seguros que un día de estos Dios va cerrar esa puerta también, así como la cerró en los días de Noé. Luego que se cierre la puerta por segunda vez, de la misma manera que no hubo segunda oportunidad para los contemporáneos de Noé, no la habrá para el mundo actual. Y el que no haya entrado perderá el regalo gratuito de la salvación.

Cristo nos invita: “Entrad por la puerta estrecha…porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la Vida (Eterna) y pocos son los que la hallan”(Mateo7:13).           Amén.

Benedicto XVI: «Jesús quiere quitar la curiosidad por conocer los tiempos»

Durante el rezo del Ángelus el santo padre insistió en la centralidad de Jesucristo

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 18 noviembre 2012 (ZENIT.org).

La meditación del papa estuvo centrada en el evangelio dominical (Mc. 13:24-32), que es una parte del discurso de Jesús sobre los tiempos finales, y que Benedicto XVI lo presentó como “probablemente el texto más difícil de los Evangelios”. Según el Catequista universal, esta dificultad se debe tanto a los contenidos como al lenguaje, porque “habla de un futuro que está más allá de nuestras categorías, y por ello Jesús utiliza imágenes y palabras tomadas del Antiguo Testamento, pero sobre todo, incorpora un nuevo centro, que es Él mismo, el misterio de su persona, y de su muerte y resurrección”.

Hizo ver el papa que las imágenes cósmicas de género apocalíptico a que se refiere Jesús, como aquellas de que el sol se oscurecerá y que la luna no dará su resplandor, o que las estrellas irán cayendo del cielo, son relativizadas por Él mismo cuando dice: “Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes del cielo con gran poder y gloria” (v. 26).

Esta frase de Cristo, enseñó el santo padre, lo señala a Él como el “Hijo del Hombre”, aquel “que conecta el presente con el futuro (y en quien) las antiguas palabras de los profetas han encontrado finalmente un centro. Él es el verdadero acontecimiento que, en medio de la agitación del mundo, sigue siendo el punto firme y estable”.

Y quiso confirmar esto con esa otra expresión del Evangelio de hoy, en la que Jesús dice: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (v. 31), ya que –siempre el papa, “en la Biblia la Palabra de Dios está en el origen de la creación: todas las criaturas, desde los elementos cósmicos –sol, luna, firmamento–, obedecen a la Palabra de Dios, porque son «llamados» por ella”.

Este poder creador de la Palabra de Dios, que es Jesucristo, continuó, “(es) el verdadero «firmamento» que orienta el pensamiento y el camino del hombre en la tierra”. De este modo, hizo ver que Jesús no es un “vidente” que describe un fin del mundo con imágenes apocalípticas. Sino por el contrario, “Él quiere quitar en sus discípulos de todos los tiempos, la curiosidad por conocer las fechas, los pronósticos, y quiere más bien darles una idea profunda, esencial, y sobre todo indicar la forma correcta de caminar, hoy y mañana, para entrar en la vida eterna”, dijo.

Consciente de que “todo pasa”, como lo recuerda el mismo Jesucristo en el pasaje evangélico, el papa recordó que por el contrario, “la Palabra de Dios no cambia, y (que) delante de ella cada uno de nosotros es responsable del propio comportamiento”.

Por ello aseguró a todos los fieles presentes en la plaza –y a aquellos que lo siguieron por los medios de comunicación–, que ante estos tiempos en que no faltan los desastres naturales, las guerras y la violencia, “hoy necesitamos una base estable para nuestra vida y nuestra esperanza, más aún a causa del relativismo en el que estamos inmersos”.

Y esta centralidad es Jesucristo, “su persona y su Palabra”, finalizó.

Fuente: Zenit.org

Nota dezpierta: Dice el texto que Benedicto lo presento como probablemente «el texto más difícil de los Evangelios». Solemos ver la dificultad de las cosas cuando no queremos permitir que sigan su proceso natural o que signifiquen lo que de verdad significan. Es cierto que es difícil hacer que un texto diga algo distinto de lo que el autor pretendía transmitir y sobretodo cuando el mensaje es claro y explícito.

¿De verdad es posible que Jesús no quisiera que estuviéramos pendientes del momento de su segunda venida? Veamos lo que dice el texto de Marcos 13:24-32:

«Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre«.
 
Si Jesús no hubiera querido que el tiempo fuera un factor a tener en cuenta, no habría utilizado tantos adverbios de tiempo y tantas señales. Esas señales eran para mostrarnos el momento en el que vivimos.
 
Es cierto que muchos cristianos han muerto esperando la promesa de la segunda venida de Jesús, pero eso no quiere decir que ésta no tenga una gran importancia para sus vidas. No existe una venida personal de Cristo para cada uno de nosotros, esa venida es puntual y global y es para cada uno de los que lo esperan. Aquellos que murieron esperando la segunda venida, siguen esperando, dormidos, en sus sepulcros, para levantarse al ser llamados por Jesucristo el día de su venida.

Dice Ratzinger que Jesús habla de un futuro que está más allá de nuestras categorías… ¿qué significa esto? Realmente, lo que pretende el Papa es que no prestemos atención a los tiempos, que los terremotos y las catástrofes que asolan la tierra pasarán y que la venida de Jesús no es un evento real sino que es personal. Esto es una falacia. Si Jesús nos habló de señales fue porque quería que fuéramos conscientes de que volvería.

Las palabras de Jesús no se quedan en el versículo 32, continúa diciendo: «Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad«.

 ¿Qué significa velar? La RAE tiene muchos significados para este verbo, pero me quedaré con dos de ellos:

– Observar atentamente algo.

– Hacer centinela o guardia por la noche.

¿Quería Jesús decir que ninguno de los siervos debería dormir esperando al señor? Evidentemente no. Por eso Jesús concentra la venida del señor, en su ejemplo, en unas horas: o al anochecer, o a la media noche, o al amanecer o a la mañana. 

Las señales de los tiempos nos han sido dadas, de la misma forma que fueron dadas señales para conocer la primera venida del Mesías. ¿Alguien podía saber cuando vendría el Mesías? De hecho, todos lo sabían porque si no Herodes no habría mandado matar a todos los recién nacidos, el problema es que nadie lo esperaba a excepción de unos sabios que vinieron desde oriente, estudiosos de la profecía y probablemente comisionados por los seguidores del profeta Daniel.

Dios nos entrega la información exacta para que velemos. Porque si supiéramos con exactitud el día y la hora, nos relajaríamos hasta el último segundo. Pero si pensáramos que la segunda venida no es física y real sino que pertenece a otra categoría que va más allá de nuestro entendimiento… nos relajaríamos de la misma forma, pero esta vez indefinidamente.

Es cierto que Cristo es el centro del Evangelio, es el centro de TODO. Pero la verdad que debe ser predicada y que es predicada desde que se fue es: Jesús vuelve pronto.

No hagamos caso de los falsos pastores, que sólo ven las ganancias.

Que Dios os bendiga.