Fue en una de sus primeras homilías como Papa que Francisco exhortó a «No tener miedo de la bondad y la ternura», una invitación que él mismo ha llevado a la práctica y que ha quedado todavía más evidenciado en la Jornada Mundial de la Juventud 2013.
De ahí es el momento de esta foto donde un niño se le acerca al Santo Padre durante uno de los recorridos del Vicario de Cristo por las calles de Río de Janeiro.
El niño logra que lo acerquen al Papa, le da un abrazo muy sentido, y le arranca un beso (y, según se ha sabido también, las lágrimas del Papa).
Después no se quiere ir, se aferra al papamóvil pero al final cede… Es entonces cuando se da cuenta que estuvo cerca del Santo Padre y echa a llorar.
«No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura. Porque todos estamos llamados a hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado», decía el Papa Francisco en su homilía del 19 de marzo de 2013. Cuatro meses después vemos que el magisterio de los gestos de Francisco es bien percibido por el mundo. En definitiva remiten a Dios y eso es lo que cuenta. Y es que Dios es el único que da esperanza.
Fuente: Actualidad y Análisis
Nota dezpierta: Hace poco, me comentaba un familiar (conocedor de la profecía y protestante desde hace más de 40 años) lo bien que lo estaba haciendo el papa, que hasta ahora no había hecho más que favorecer el buen clima entre cristianos y mostrar una apariencia bondadosa y amable.
Entiendo que esa persona sabe que las apariencias, a veces, nos engañan y que no todo lo que reluce es oro. Y la pregunta del millón es: ¿Es realmente Bergoglio un buen cristiano ejerciendo de papa?
Hay miles de buenos cristianos dentro del catolicismo, posiblemente millones. Cristianos que, no teniendo más luz que la que en su momento recibieron, obran conforme a su conciencia y tratan de hacer la voluntad de Dios. ¿Es ese el caso de Bergoglio?
Casi que me atrevo a asegurar que no. Jorge Bergoglio es, para empezar, un líder de los jesuítas. La orden de los jesuítas fue creada para conocer al protestantismo y destruirlo desde dentro, por medio de infiltraciones y otras estratagemas.
Los jesuítas conocen en qué consiste el protestantismo y saben que los fundamentos de la reforma protestante tienen una base bíblica indiscutible. Pero ellos juran obediencia a su líder jesuíta y finalmente al lider del catolicismo: el Papa. Es decir, anteponen la voluntad de los hombres a la de Dios.
Partiendo de esa base, el papa Francisco, si fuera un hombre de Dios, debería revisar la doctrina católica y por supuesto renunciar a María como co-redentora junto con Cristo, como madre de Dios y reconociendo los méritos de haber sido escogida por Dios para llevar en el vientre a su Hijo, también reconocer que está muerta, esperando la promesa de la resurrección a vida eterna.
La Biblia no se equivoca, las profecías no fallan. La Bestia es la misma desde que surge hasta que es lanzada por Dios al lago de fuego. No existe una actualización y los roles proféticos no cambian.
¿Quién es Bergoglio? Posiblemente el papa que se meterá al mundo en el bolsillo y tras el cual irán las naciones para adorar a la Bestia y a su imagen (el sistema que llamamos Nuevo Orden Mundial). ¿Quién mejor para hacerlo que este carismático papa?
El tiempo dirá. Lo cierto es que la cosecha está madura y Jesús está muy cerca de su segunda venida para recoger a su pueblo: los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (Apocalipsis 12:17 y 14:12)
Que Él nos ayude a permanecer firmes en el valle de la decisión.