Benedicto XVI autoriza el adelanto del Cónclave (alas97)

67Benedicto XVI ha publicado un documento papal –Motu Proprio— en el que concede a los cardenales electores la posibilidad de adelantar el cónclave para elegir al nuevo papa. El único requisito –por otra parte obvio— es que todos se encuentren ya en Roma. No obstante, Joseph Ratzinger mantiene intacta la norma que establece que, desde que la sede pontificia se queda vacante, los cardenales disponen de un plazo de entre 15 y 20 días para organizar la elección. «Pero dejo al Colegio Cardenalicio», señala el documento papal, «la facultad de anticipar el inicio del cónclave si consta que están presentes todos los cardenales electores, como también la posibilidad de atrasarlo si hay motivos graves». Pero nunca, añade, más allá de 20 días.

A unas horas de dejar de ser Papa, Joseph Ratzinger ha tomado otras dos decisiones relevantes. La primera tiene que ver con el sistema de elección de su sucesor. Según explico monseñor Luigi Celata, vice camarlengo, para elegir al nuevo papa se necesitarán «por lo menos dos tercios de los votantes». Además, Benedicto XVI ha decidido que el informe elaborado por tres cardenales octogenarios sobre los escándalos que en los últimos meses han salpicado al Vaticano permanecerá secreto y solo podrá ser conocido por su sucesor. Durante los últimos día se había especulado con la posibilidad de que los redactores del informe -Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi- se reunieran con los cardenales electores antes del cónclave para informarles de la situación del Vaticano.

Según diversas filtraciones publicadas por la prensa italiana, el informe sobre Vatileaks –la fuga de documentos reservados del Papa– constata las luchas de poder en la Santa Sede. Durante la comparencia ante la prensa de varias autoridades vaticanas se hizo mención a la aceptación por parte del Papa de la renuncia del cardenal O’Brien y, por consiguiente, su no participación en el cónclave. También se volvió a advertir que cualquier fuga de información por parte de los electores, también a través de Twitter, puede conllevar la excomunión.

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El Papa anuncia su dimisión el próximo 28 de febrero por razones de salud

Misa-Gallo-Gabriel-Buoys-AFP_ECMIMA20111225_0040_4El Papa abandonará el Pontificado el próximo 28 de febrero. La noticia, difundida por la agencia de noticias italiana Ansa, la ha comunicado el propio Benedicto XVI en latín durante la ceremonia de canonización en el Vaticano de 800 mártires italianos y dos beatas latinoamericanas.

En un comunicado citado por Reuters, el Papa ha dicho que ya no tiene la fuerza suficiente debido a su edad para seguir en el cargo.

«El Papa ha anunciado que renunciará a su ministerio a las 8 de la tarde del 28 de febrero», ha dicho el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, citado por France Presse.

A partir de ese momento comenzará el periodo de sede vacante hasta la elección de un nuevo Papa.

El anuncio del cardenal Joseph Ratzinger, que accedió al papado como Benedicto XVI, apenas tiene precedentes en la historia.

La renuncia de Benedicto XVI venía planeando desde que, hace dos años, admitiera la posibilidad durante una entrevista con Peter Seewald: “Cuando un Papa alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene el derecho y en algunas circunstancias también el deber de dimitir”.

Los rumores de la dimisión del Papa se hicieron aún más insistentes durante el escándalo Vatileaks, la fuga masiva de documentos privados que pusieron en evidencia las luchas de poder en el Vaticano.

«Siendo muy consciente de la seriedad de este acto…»

Este es el comunicado del Papa en el que anuncia su dimisión:

«Queridísimos hermanos,

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.

Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.

Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.

Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.

Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice.

Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013».

Fuente: http://internacional.elpais.com

Nota dezpierta: El papa de Roma dimite por falta de fuerzas y por su avanzada edad. Un gesto inteligente viendo la que se nos viene encima en breve con la puesta en marcha del Nuevo Orden Mundial y las convulsiones sociales que están por acontecernos.

¿Casualidad la hora y la fecha escogidas? Puede ser, aunque no olvidemos que 8 de la tarde, del día 28, calculando numerológicamente es: 8 + 2 + 8 = 18 (6+6+6). Aunque otros podrían decir que las 8 de la tarde son en realidad las 20 horas, lo que daría una suma total de 12.

Por cierto, interesante que lo haga público el día 11, del mes II (en números romanos), a las 11 de la mañana.

Curiosidades aparte, no debemos obviar que este gesto no es baladí. El cambio de emperador supone cambios importantes para los súbditos de ese reino y en este caso los súbditos son los millones de católicos del mundo y el resto que se verán influenciados por las decisiones que tome el líder de la religión mayoritaria del planeta.

Estamos presenciando algo histórico. Por las señales que nos rodean, éste podría ser el último papa de la historia, el que traerá la persecución de todos aquellos que rechacen arrodillarse ante las doctrinas del Nuevo Orden Mundial.

Jesús vuelve pronto.

Benedicto XVI: «Jesús quiere quitar la curiosidad por conocer los tiempos»

Durante el rezo del Ángelus el santo padre insistió en la centralidad de Jesucristo

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 18 noviembre 2012 (ZENIT.org).

La meditación del papa estuvo centrada en el evangelio dominical (Mc. 13:24-32), que es una parte del discurso de Jesús sobre los tiempos finales, y que Benedicto XVI lo presentó como “probablemente el texto más difícil de los Evangelios”. Según el Catequista universal, esta dificultad se debe tanto a los contenidos como al lenguaje, porque “habla de un futuro que está más allá de nuestras categorías, y por ello Jesús utiliza imágenes y palabras tomadas del Antiguo Testamento, pero sobre todo, incorpora un nuevo centro, que es Él mismo, el misterio de su persona, y de su muerte y resurrección”.

Hizo ver el papa que las imágenes cósmicas de género apocalíptico a que se refiere Jesús, como aquellas de que el sol se oscurecerá y que la luna no dará su resplandor, o que las estrellas irán cayendo del cielo, son relativizadas por Él mismo cuando dice: “Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes del cielo con gran poder y gloria” (v. 26).

Esta frase de Cristo, enseñó el santo padre, lo señala a Él como el “Hijo del Hombre”, aquel “que conecta el presente con el futuro (y en quien) las antiguas palabras de los profetas han encontrado finalmente un centro. Él es el verdadero acontecimiento que, en medio de la agitación del mundo, sigue siendo el punto firme y estable”.

Y quiso confirmar esto con esa otra expresión del Evangelio de hoy, en la que Jesús dice: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (v. 31), ya que –siempre el papa, “en la Biblia la Palabra de Dios está en el origen de la creación: todas las criaturas, desde los elementos cósmicos –sol, luna, firmamento–, obedecen a la Palabra de Dios, porque son «llamados» por ella”.

Este poder creador de la Palabra de Dios, que es Jesucristo, continuó, “(es) el verdadero «firmamento» que orienta el pensamiento y el camino del hombre en la tierra”. De este modo, hizo ver que Jesús no es un “vidente” que describe un fin del mundo con imágenes apocalípticas. Sino por el contrario, “Él quiere quitar en sus discípulos de todos los tiempos, la curiosidad por conocer las fechas, los pronósticos, y quiere más bien darles una idea profunda, esencial, y sobre todo indicar la forma correcta de caminar, hoy y mañana, para entrar en la vida eterna”, dijo.

Consciente de que “todo pasa”, como lo recuerda el mismo Jesucristo en el pasaje evangélico, el papa recordó que por el contrario, “la Palabra de Dios no cambia, y (que) delante de ella cada uno de nosotros es responsable del propio comportamiento”.

Por ello aseguró a todos los fieles presentes en la plaza –y a aquellos que lo siguieron por los medios de comunicación–, que ante estos tiempos en que no faltan los desastres naturales, las guerras y la violencia, “hoy necesitamos una base estable para nuestra vida y nuestra esperanza, más aún a causa del relativismo en el que estamos inmersos”.

Y esta centralidad es Jesucristo, “su persona y su Palabra”, finalizó.

Fuente: Zenit.org

Nota dezpierta: Dice el texto que Benedicto lo presento como probablemente «el texto más difícil de los Evangelios». Solemos ver la dificultad de las cosas cuando no queremos permitir que sigan su proceso natural o que signifiquen lo que de verdad significan. Es cierto que es difícil hacer que un texto diga algo distinto de lo que el autor pretendía transmitir y sobretodo cuando el mensaje es claro y explícito.

¿De verdad es posible que Jesús no quisiera que estuviéramos pendientes del momento de su segunda venida? Veamos lo que dice el texto de Marcos 13:24-32:

«Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre«.
 
Si Jesús no hubiera querido que el tiempo fuera un factor a tener en cuenta, no habría utilizado tantos adverbios de tiempo y tantas señales. Esas señales eran para mostrarnos el momento en el que vivimos.
 
Es cierto que muchos cristianos han muerto esperando la promesa de la segunda venida de Jesús, pero eso no quiere decir que ésta no tenga una gran importancia para sus vidas. No existe una venida personal de Cristo para cada uno de nosotros, esa venida es puntual y global y es para cada uno de los que lo esperan. Aquellos que murieron esperando la segunda venida, siguen esperando, dormidos, en sus sepulcros, para levantarse al ser llamados por Jesucristo el día de su venida.

Dice Ratzinger que Jesús habla de un futuro que está más allá de nuestras categorías… ¿qué significa esto? Realmente, lo que pretende el Papa es que no prestemos atención a los tiempos, que los terremotos y las catástrofes que asolan la tierra pasarán y que la venida de Jesús no es un evento real sino que es personal. Esto es una falacia. Si Jesús nos habló de señales fue porque quería que fuéramos conscientes de que volvería.

Las palabras de Jesús no se quedan en el versículo 32, continúa diciendo: «Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad«.

 ¿Qué significa velar? La RAE tiene muchos significados para este verbo, pero me quedaré con dos de ellos:

– Observar atentamente algo.

– Hacer centinela o guardia por la noche.

¿Quería Jesús decir que ninguno de los siervos debería dormir esperando al señor? Evidentemente no. Por eso Jesús concentra la venida del señor, en su ejemplo, en unas horas: o al anochecer, o a la media noche, o al amanecer o a la mañana. 

Las señales de los tiempos nos han sido dadas, de la misma forma que fueron dadas señales para conocer la primera venida del Mesías. ¿Alguien podía saber cuando vendría el Mesías? De hecho, todos lo sabían porque si no Herodes no habría mandado matar a todos los recién nacidos, el problema es que nadie lo esperaba a excepción de unos sabios que vinieron desde oriente, estudiosos de la profecía y probablemente comisionados por los seguidores del profeta Daniel.

Dios nos entrega la información exacta para que velemos. Porque si supiéramos con exactitud el día y la hora, nos relajaríamos hasta el último segundo. Pero si pensáramos que la segunda venida no es física y real sino que pertenece a otra categoría que va más allá de nuestro entendimiento… nos relajaríamos de la misma forma, pero esta vez indefinidamente.

Es cierto que Cristo es el centro del Evangelio, es el centro de TODO. Pero la verdad que debe ser predicada y que es predicada desde que se fue es: Jesús vuelve pronto.

No hagamos caso de los falsos pastores, que sólo ven las ganancias.

Que Dios os bendiga.