
Introducido por el presidente de Estados Unidos como tema de campaña y criticado por su rival republicano, el casamiento de homosexuales vuelve a instalarse en sociedades donde aún no es aceptado.
“Las parejas del mismo sexo deberían poder casarse”. Las palabras de Barack Obama en una entrevista, el 9 de mayo, reavivaron el debate sobre el matrimonio homosexual. Sólo un día antes, los ciudadanos del estado de Carolina del Norte votaron prohibir las uniones civiles de homosexuales. La confrontación de ideas es evidente. El líder del Partido Republicano, Mitt Romney, dio su respuesta tres días después: “El matrimonio es la relación entre un hombre y una mujer”.
Las palabras del presidente estadounidense no cambian la legislación, ya que las leyes matrimoniales dependen de los estados. Pero la cuestión ha trascendido las fronteras de Estados Unidos y sus implicaciones en la campaña electoral en ese país. Las organizaciones defensoras de los derechos de homosexuales tomaron la bandera para volver a reivindicar que en muchos países, incluso con democracias avanzadas como Francia o Italia, sigue sin legalizarse la unión entre personas del mismo sexo.
En la última década hubo un aumento de países que reconocen ese derecho. En Europa siete estados (Países Bajos, Bélgica, España, Suecia, Noruega, Portugal e Islandia) lo han legalizado. Fuera de las fronteras europeas: Argentina, México, Brasil, Canadá y Sudáfrica.
Pero de forma paralela, algunos gobiernos legislan en sentido contrario. Es el caso de Estados Unidos, donde 30 estados prohíben expresamente las uniones homosexuales, mientras que sólo nueve lo permiten. Hungría, Grecia o Nigeria, lo consideran ilegal.
En este contexto internacional, España se encuentra en una situación peculiar. El Tribunal Constitucional, siete años después de la legalización del matrimonio gay, no ha resuelto todavía el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Partido Popular a los pocos días de su aprobación.
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Amnistía Internacional aprovechó la celebración del Día Internacional de la Familia, auspiciado por la ONU, para recordar que el derecho a casarse y fundar una familia está reconocido en el artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. “Con independencia del género de su pareja”, recalcaba ayer la organización en una nota.
Las asociaciones de gays y lesbianas destacan que los hijos de parejas del mismo sexo no tendrán los mismos derechos que el resto de niños si sus padres o madres no se pueden casar. Sólo uno sería considerado como tal ante la ley, bien como progenitor o como adoptante soltero.
Una de las posibilidades que plantean los detractores es un cambio de nombre, que el matrimonio deje de llamarse así para los homosexuales. Pero esta opción no contenta a los afectados.
El primero en apoyarlo
Nunca un presidente de Estados Unidos en ejercicio había expresado su apoyo abierto a los matrimonios homosexuales. El respaldo oficial de Obama a la normalización de las parejas de gays se vio reflejado en los medios del país y el mundo.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/noticias/mundo/aval-obama-dio-impulso-global-al-matrimonio-gay
La mayor parte de los norteamericanos cree que el solemne apoyo prestado por Obama al matrimonio gay no es consecuencia de una convicción ideológica del presidente sino de un cálculo político de cara a las elecciones de noviembre. Así lo estima el 67 por ciento de los electores, según un sondeo publicado al alimón por el New York Times y la cadena de televisión CBS.
Si la encuesta es rigurosa, el cálculo podría salir mal al líder demócrata, que hasta hace poco estimaba que los homosexuales tenían ya suficientes derechos con las “uniones civiles” sin necesidad de aspirar al matrimonio tradicional .
El 16 por ciento de los encuestados por Times/CBS se dicen más dispuestos a votar a Obama tras su anuncio a favor del matrimonio gay, frente al 26 por ciento que se muestra más reacio a darle su voto después del paso dado a cinco meses de los comicios.
Fuente: ABC
Nota dezpierta: Ya está hecho. El gobernante (o al menos el que da la cara) del imperio más poderoso que haya existido jamás, con el permiso de Roma (que no tenía bombas atómicas), ha proclamado que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse.
No seré yo quien proponga coartar las libertades individuales de nadie. Si un homosexual quiere unirse con su pareja del mismo sexo allá ellos (Dios les juzgue). El problema está en que el mundo homosexual pretende apropiarse o participar de un «ritual» establecido por Dios para una pareja heterosexual. Ese «ritual» es exclusivamente religioso, porque es Dios quién lo establece y quien lo aprueba.
Pero sabiendo que Dios, en su Palabra, detesta la perversión sexual… y la homosexualidad lo es… ¿cómo encajamos esta conducta dentro del marco de la religión? Porque si lo que pretenden es una simple unión civil, la religión tiene poco que decir, más allá de que Dios lo desaprueba. Pero con su actitud arrogante, el mundo pretende reescribir la Biblia y hacer cambiar el carácter de Dios, cuando sabemos que eso es imposible, para que la religión diga lo que ellos desean y sus conciencias estén trnaquilas.
La profecía se está cumpliendo a pasos agigantados en el terreno de lo político, lo religioso y lo social.
«Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste». (Lucas 17:26-30)
«De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad». (Mateo 10:15)
«…como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno». (Judas 1:7)
Y como dice el artículo, esto no se ha quedado en una anécdota de campaña electoral, sino que ha trascendido fronteras… y como todos sabemos, las modas o lo que ocurre en EEUU termina siendo copiado por el resto de países.
Así que tenemos una sociedad que promueve la homosexualidad y además desafía a Dios adulterando y desvirtuando lo que el santificó. Porque tan grave es ir contra el matrimonio establecido en la creación, como ir en contra de la santificación del Sábado o en contra de los mandamientos.
El hecho de que el mayor de todos los mandatarios apoye esta conducta es un punto de inflexión claro en la historia del mundo. La nación que sirvió de refugio a los que huían de las maldades de la Roma papal, ha entregado al fin su moral al ateísmo y al libertinaje.
El tiempo es corto. Hagamos examen de nuestra conciencia y pidamos fuerzas a Dios para resistir las trampas del enemigo.
Que Dios os bendiga.