Egípto: dos niños cristianos iran a la cárcel por supuesta blasfemia

El tribunal de Bani Suef ha declarado penalmente responsables de un delito de “blasfemia” a dos niños cristianos de 9 y 10 años. Ambos menores han permanecido recluidos en un correccional desde abril de 2012. Su ingreso en prisión es inminente.

AsiaNews.El 9 de abril de 2012, un imán condujo a Nagy y Farah, de 9 y 10 años respectivamente, a una comisaría porque, según él, los había sorprendido orinando sobre un Corán. Los funcionarios de la “primavera árabe” ordenaron la detención y reclusión de ambos niños en un correccional, donde han permanecido hasta que el 26 de febrero fueron declarados legalmente “blasfemos” por un juez, por lo que pronto serán enviados a una cárcel para desesperación de sus padres.

Los niños, aseguran sus familiares, son analfabetos y se encontraron las páginas del Corán en un estercolero, por lo que eran desconocedores de que la basura que tenían entre sus manos era el texto sagrado de los musulmanes; sin embargo, estos argumentos no han sido admitidos por unos “jueces” capaces de perpetrar la mayor de las miserias: condenar a una pena privativa de libertad a unos niños… por un delito de opinión.

En Egipto, los Hermanos Musulmanes están sustituyendo a los funcionarios del anterior régimen por sus  afectos. La libertad religiosa, siempre precaria en el país, es ya un recuerdo del pasado para el 10% de la población que profesa el cristianismo. La represión, las coacciones y matanzas están provocando una huida masiva de cristianos. Los secuestros y violaciones de niñas y adolescentes cristianas  no cesan… y  los nuevos amos de Egipto y sus representantes de la Justicia (islámica) confinan en calabozos a niños que supuestamente han ofendido a Alá y su “Profeta”.

Nota dezpierta: Ciertamente orinar sobre el libro sagrado de una religión es una falta de respeto considerable, si se hace conscientemente, pero para nada sancionable con la cárcel y menos si los autores son dos niños.

Lo cierto es que no podemos saber si los niños eran conscientes de lo que hacían. Si lo eran, los responsables de su conducta son sus padres que les han podido inculcar ese odio hacia el islam por sus comentarios y comportamiento en el hogar.

No obstante, quiero resaltar que en el siglo XXI siguen existiendo estos comportamientos de la justicia y de los gobiernos, justicia y gobiernos de gente exactamente igual que nosotros, con los mismos avances tecnológicos y el mismo conocimiento de la realidad, sólo que con distinta concepción de la religión. Lo que nos demuestran que no sería nada raro que en un país occidental, se utilizaran otros motivos no religiosos para encarcelarnos por expresarnos o por faltar al respeto a determinado grupo religioso o minoritario.

La falta de libertad de conciencia está a la vuelta de la esquina y afectará a niños, ancianos y adultos. Ahora la vemos en el mundo musulmán cuando afecta a su fe, pronto la veremos cuando, en vez de fanatismo religioso los países laicos la coarten en pro del ecumenismo, de la ecología, de la homosexualidad o de cualquier otra de las herramientas que llevan ya mucho tiempo preparando para utilizarlas en contra de la humanidad.

Jesús vuelve pronto.

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